Espiritualidad Cotidiana

Hay gestos diarios que también son oración. Una taza, una pausa, una mirada limpia pueden convertirse en templo si hay presencia. Espiritualidad cotidiana es esa forma de caminar con el alma despierta entre las cosas pequeñas. No busca elevarse, sino hundir raíces en lo humano, hasta encontrar allí lo sagrado.