Compasión Madura

No toda compasión es madura. Esta etiqueta reúne textos que nacen del acto de comprender sin invadir, de sentir sin sobreproteger, de acompañar sin anular. La compasión madura no busca consolar desde arriba ni fusionarse con el dolor del otro: se sostiene en el equilibrio. Es el fruto de haber atravesado uno mismo la herida… y haber aprendido a no perderse en ella.